Los primeros ocho años de mi vida fueron los mejores de mi niñez. Por los primeros siete años era único hijo. Entonces Dios le dio a mis padres una niña. Cuando mis padres la trajeron del hospital fui el primero en sostenerla y alimentarla en nuestro hogar. Tres semanas después en Navidad debo haber recibido alrededor de 50 regalos, la vida no podía ponerse mejor para un niño en aquel tiempo. Y no lo fue. Pasó de una niñez celestial a un Infierno viviente en muy corto tiempo.
Cerca de un año después de esta feliz escena familiar, mi madre comenzó a recibir visitas regulares de los testigos de Jehová. Mi madre al parecer no había estado satisfecha con su matrimonio ni con la vida en general. Digo al parecer porque las prioridades de mi madre estaban correctamente en su lugar antes que los testigos llegasen a nuestra puerta. Ella ponía primero en la vida la felicidad de sus hijos. Ella nunca discutía con mi padre delante de nosotros. Recuerdo un sólo incidente en los primeros 8 años de mi vida. Después de un par de años de asociarse con los testigos mi madre cambió para lo peor.
Al cumplir 10 años de edad mis padres compraron una segunda residencia a la que nos mudamos y alquilaron la primera. Aquí fue cuando mi madre comenzó a ir regularmente a las reuniones al Salón del Reino los domingos y entonces fue que mi niñez se acabó.
Mi madre quien siempre había sido tan buena, cambió casi de la noche a la mañana a algo que yo no podría entender en ese momento. Ella siempre estaba deprimida y no le importaba que la viéramos así, algo que no era parte de su costumbre en el pasado antes que se metiera a la “verdad”. (Este término la verdad es como los testigos de Jehová se refieren entre ellos a su religión.) Cuando en casa estaba solamente la familia inmediata ella comenzada a tirar las puertas, a gritar palabrotas soeces, si no era un día de trabajo se quedaba todo el día en la cama, (después ella dejó su empleo y se quedaba la mayor parte del tiempo en la cama) incluso mortificando la familia ya que deliberadamente respiraba como si estuviese gruñendo en ira. Era muy diferente a la madre que tuve los primeros 8 años de mi vida. Ella también empezó llamar a mi hermana y a mí por sobrenombres que no puedo repetir.
Eventualmente empezó a obligarnos a ir al Salón del Reino. Gracias a Dios que no se bautizó cuando me estaba criando con ella de lo contrario habría sido peor aun para nosotros.
Mi padre nunca fue al Salón del Reino, pero permitía que mi madre nos llevara. En varias ocasiones le supliqué a mi padre que no permitiera que mi madre nos obligara a ir al Salón. Pero él siempre la apoyaba en esto. Así que tenía que ir. Con el pasar de los años entendí por qué él no la detuvo de llevarme. A estas alturas del tiempo, era la única vez que mi padre podía tener alguna paz, y era cuando madre no estaba en casa. Mi padre se tornó en un trabajador incansable, manteniéndose lejos del hogar tanto como pudiese. Mirándolo ahora retrospectivamente desde una perspectiva adulta lo entiendo totalmente, pero no cuando esto estaba sucediendo, solo agregaba a mi confusión. Solía decirle a mi padre “por qué tengo que ir si tu no crees en eso”. Nunca me dio una explicación.
Durante algún tiempo mi hermana y yo todos los domingos fuimos con mi madre. Entonces un día el maestro de mi hermana contactó a mi papá y le informó que mi hermana se negó a saludar la bandera en la clase. Mi papá se disgustó. Él le informó a mi hermana que si ella quería ser parte de su vida tenía que saludar la bandera. La existencia de mi hermana en ese momento dependía totalmente de la aprobación de mi padre especialmente debido a que mi madre estaba inaccesible emocionalmente para la familia. Alrededor de ese tiempo mi padre consiguió que mi hermana se envolviese en la gimnasia como una manera de neutralizar la influencia del Salón del Reino. Esto obró para bien, ya que mi hermana posteriormente jamás defendió nada relacionado a los testigos de Jehová además no tenía que frecuentar al Salón del Reino como yo si tuve que hacerlo. Esto sirvió para aislarme de mi padre, mi madre, y mi hermana. Aunque vivía en una casa con una familia, no obstante, cuando en lugar de estar con mis amigos estaba con ellos me sentía solo.
Eventualmente después de ir a tantas reuniones comencé a envolverme. Esto sucedió cuando tenía unos 12 años de edad. Aunque para ese tiempo estaba ingiriendo bebidas alcohólicas güisqui americano y fumando marihuana a escondidas de mis padres. Era duro ir al Salón con mi pelo largo y ropa casual. El resto de los jóvenes en el Salón vestían chaqueta chalecos y corbata por lo tanto me destacaba por ser la nota discordante. ¡Para aquellos que no lo saben, los jóvenes que no siguen las reglas del Salón del Reino normalmente son rechazados por los demás jóvenes, esto se debe a sus padres quienes les conceptúan como “mala asociación”. ¡A propósito, esta mala asociación también incluye todo aquel que no sea testigo de Jehová!
Este rechazo que se perpetuó contra mí en este momento combinado con mi baja estima me hizo creer que moriría en el Armagedón. Desde que tenía cerca de 14 años de edad constantemente contemplaba pensamientos suicidas. Sólo 2 cosas me impidieron hacerlo. Sentía que si pudiese esperar lo suficiente para irme de casa las cosas mejorarían, consecuentemente me mantenía lo suficientemente drogado para no sentir todo el impacto de esta dolorosa subsistencia que le aconteció a toda mi familia bajo la influencia de los testigos del Jehová.
Para colmo a mi baja estima se le añadió la tortura, pues en ese tiempo me convencí que no era suficientemente bueno para estar con todas estas santas personas del Salón del Reino. También empecé a sentir rencores contra mi madre por encamínanos al Salón del Reino pero no vivir bajo los preceptos predicados allí. Comencé a sentirme resentido contra toda mi familia y consideraba a mis amigos mi única verdadera familia.
Previo a mudarnos a la segunda casa, llegaba a mi casa antes que mis padres, y después de hacer mis quehaceres con frecuencia me desaparecía yéndome a la casa de algún amigo, o me iba al riachuelo. Puedo recordar que me metía en problemas por irme sin pedir permiso y por decirles: “¿cómo puedo pedirles permiso si nunca hay nadie en casa?”. De modo que como quiera me iba al riachuelo para lograr obtener alguna paz y poder sobrevivir. A veces me iba al riachuelo con mis amigos, pero la mitad de las ocasiones me iba solo. Las veces que estaba solo en el riachuelo me sentía cerca de Dios. Eventualmente, un día cuando mi padre me preguntó: “por qué no lo respetaba y me iba sin pedir permiso” le respondí: “las veces que hice esto era, ya sea, para conseguir alguna paz y tranquilidad o de lo contrario me suicidaría. Después que le expliqué esto él comprendió muy bien, pero no porque él estaba accediendo a un chantaje emocional, sino porque se había convertido en un adicto al trabajo para poder también conseguir algún poco de paz, por eso me hizo obedecer los deseos de mi madre de ir al Salón del Reino para él poder obtener alguna paz. Sin embargo, por varios años no me había dado cuenta de esto.
Cuando cumplí los18 años de edad tenía que mudarme o morirme. Éstas eran las únicas opciones que sentía tener. Quería esperar por lo menos hasta que me graduase, pero unos días después de mi cumpleaños por no pedir permiso para irme mi madre despotricó contra mí. Le dije que ya tenía 18 años y jamás me tratarían de ese modo de nuevo. Bien, ella me amenazó, diciéndome ‘espera que regrese tu padre’. Yo le tenía miedo a mi padre. Muchas veces se me golpeó sin razón sólo para callar a mi madre. Una vez cuando le pregunté a mi padre: “¿Porqué era tan malo y porqué en primer lugar él se molestó en tenerme si no me quería?”. Y sin rodeos me respondió, “la mayor parte de las nalgadas que te di fueron simplemente para que se callara tu madre, jamás hubieses recibido ni la mitad de aquel castigo si no fuese por ella, pues él con quien tenía que dormir era con ella y no conmigo". Aunque ya tenía 18 años todavía sin razón me aterrorizaba. De modo que me fui y regresé después que mi papá llegó a casa y antes de que dijese nada le dije, “me voy de la casa”. Le pregunté si “podía usar el camión para mudarme”. Él dijo “no”. Le pregunté “si él me llevaba”. De nuevo dijo “no”. Por lo tanto eché parte de mi ropa en una bolsa de papel y caminé unas cuantas millas bajo lluvia a casa de un amigo. El próximo día tuve que contactar a mi padre ya que el banco no quería darme mi dinero aunque ya tenía 18 años. Por lo tanto cuando lo obtuve retiré cada centavo que tenía de ese banco, y utilicé lo que precisé para comprar mi primer automóvil, y eventualmente tuve que vivir por un tiempo en ese automóvil. Años después le pregunté a mi padre “por qué él no me llevó a la casa de mi amigo”. Él me dijo que, “no quería que me fuese”. Le expliqué que si no hubiese tenido el valor de irme esa noche él la mañana siguiente me hubiese encontrado muerto.
Por varios años dejé de ir al salón del Reino. Un día me enamoré de una joven que conocí cerca de la esquina del negocio donde yo trabajaba. Para mí fue amor a primera vista, pero ella era entonces muy joven y yo le había prometido a Dios intentar hacer las cosas bien con ella ya que yo había pasado por un par de relaciones desastrosas. Así que después de aproximadamente 3 años de ser su amigo y confidente ella me sorprendió pidiéndome que conociera a su madre. Yo estaba recientemente separándome de una relación y para ese tiempo había perdido las esperanza de relacionarme con esta joven buena.
La reunión con su madre fue uno de mis recuerdos más afectuosos de ese tiempo. Cuando llegué, Fawn, la joven que yo iba a visitar estaba dentro de la casa. El garaje estaba abierto y una joven dama quien yo pensé era la hermana de Fawn estaba allí con su novio. Ella me informó que “Fawn está dentro todavía preparándose” pero no me dijo quién era ella. Asumí que era la hermana de Fawn ya que era joven y muy bonita. Como estaba hablando con lo que me creía era su hermana estaba más relajado y un poco más libre para expresarme contrario a si hubiese estado con su madre. Aunque no dije nada que después me arrepintiese. Una cosa que si hice, fue enviar un mensaje a quien yo pensaba era la hermana de Fawn hablando afectuosamente con ella, sin mirarla mucho. Quería que entendiera que estaba allí sólo para Fawn. Su novio estaba allí dando vueltas en el garaje con una gran sonrisa en su cara. Años después, ubicándome en el pasado, deduje que la madre de Fawn tenía todas las intenciones de conocerme, pero ninguna intención de darme su aprobación. ¡Bueno, fue todo lo contrario, por eso era que su gigantesco novio se estaba riendo prácticamente todo el tiempo!
Salimos durante varios meses con la aprobación de su madre y las cosas fueron bastante bien hasta que un día Fawn me hizo una pregunta. Como había sido su confidente más íntimo durante años antes de que empezáramos a salir y ella confiaba en mis opiniones. Este día ella me preguntó: “¿qué yo pensaba sobre los testigos de Jehová?” Puesto que su madre estaba estudiando y quería que ella también lo hiciese. Ella estaba buscando una respuesta lógica que pudiese usar para decirle a su madre que no, pero quedó estupefacta cuando le dije: “si estás buscando la verdad en los testigos de Jehová es el único lugar dónde la encontrarás”. Esto era lo último que ella esperaba escuchar de mi un joven fiestero como yo. Después de esto no tuvimos más contacto por más de un año, sin embargo, no había visitado un salón del Reino desde que cumplí mis 18 años. Bien, 2 años después me encontré con ella en la tienda de la esquina donde solíamos vernos. Ella me dijo que el “Papa declaró el 1986 el año internacional de paz y seguridad”. Bien, incluso un creyente no bautizado como yo sabía lo que esto significaba. Significaba que el Armagedón estaba a solo unos cuantos meses sino a días de suceder. Lo que sucede es que por años la Watchtower ha enseñado que cuando los Gobiernos declaren paz y seguridad sobre la tierra entonces vendrá el Armagedón. Así que regresé por primera vez después de 6 años al salón del Reino.
Posteriormente de estar yendo al Salón del Reino por unos meses Fawn se presentó en mi Salón para una visita. Luego de la reunión hablamos y la llevé hasta su automóvil. No habíamos salido juntos desde hacían unos 2 años. De la nada ella me dijo que aún me amaba y quería salir conmigo. Casi lloré cuando dijo esto, ya que no había dejado de amarla, no obstante, había perdido las esperanzas de estar con ella de nuevo. Así que fuimos a un restaurante de comida rápida y nos tomamos unas leches batidas hablamos como antes lo hacíamos e intercambiamos números telefónicos y estuvimos de acuerdo en salir de nuevo. Ella me regaló el más grande elogio en ese momento al decirme que ella había salido con varios testigos de Jehová y estos no la trataron con el respeto que yo lo había hecho. Me indicó que éstos querían más en la primera cita de lo que ella estaba dispuesta a dar antes del matrimonio. Al siguiente día después al no recibir una llamada de ella la llamé y fui informado que los ancianos de su congregación le dijeron: “¡qué como yo no estaba bautizado que ella no podría estar conmigo!” Después que colgué el teléfono comencé a llorar. No había sentido ese abuso desde que era niño. Después de un par de semanas dejé de asistir al Salón del Reino.
Un par de años después cuando me mudé comencé a ir a una congregación diferente. Para ser exacto a la que Fawn estaba asistiendo. Pero después de un tiempo dejé de ir, perdí el interés de ser un testigo de Jehová. Finalmente contraje nupcias debido a mis sentimientos de culpa con una chica que había conocido y a quien había dejado embarazada antes de Fawn. El matrimonio fue un Infierno. Puedo decir que ciertamente no estaba presentando mi mejor lado como persona hacia mi ex-esposa, ni ella tampoco estaba presentándolo hacia mí. Dos años después de estar casados empecé a ir de nuevo al salón del reino. Asumí que para entonces Fawn ya estaba casada, siempre la consideré una excelente pareja. Así que cuando me encontré con Fawn en una Asamblea de Circuito le presenté a mi esposa y a mi hijo de un año de edad. Pude ver el dolor reflejado en el rostro de Fawn, ella se excusó bastante rápido, pude notar que su corazón estaba destrozado. Esa fue la última vez que la volví a ver.
Me bauticé e hice todas las cosas correctas según y conforme podía referirse a la Sociedad Watchtower. Pero finalmente estaba empezando a madurar, y como adulto las cosas ya no eran iguales como cuando era niño. Había puesto la Organización Watchtower en un pedestal sin reproches. Pero ahora las cosas no estaban encajando. No podía creer que Dios iba a matar a todos los que no creían nuestro mensaje, pero nunca hablé con nadie de esto pues sabía que hacer preguntas después de uno estar bautizado podía rotularme negativamente. Ya tenía bastante dificultad para poder ser invitado a los hogares de las personas debido al hecho que yo era un padre separado para el tiempo que me bauticé.
Del mismo modo, siendo que no había niños testigos de Jehová residiendo en mi calle, no podía permitir que mi hijo se quedara sin jugar con los niños del barrio, así que no le hice caso a las enseñanzas de los testigos de Jehová en cuanto a esto, pues sentía que era una equivocación aislar a un niño de ese modo. Pero lamento que fui muy tímido en cuanto a los cumpleaños, puesto que dejaba a mis vecinos en la incertidumbre de si iba a permitir a mi hijo ir, pero no lo hacía. Nunca les expresé que estuviera de acuerdo en enviar a mi hijo y entonces me echaba para atrás simplemente dejé que cada uno llegara a sus propias conclusiones y entonces hacía lo que yo mejor pensaba. Con el tiempo dejaron de enviarme invitaciones. (La cosa más graciosa en cuanto a esto es que por fin cuando dejé de ser para siempre testigo de Jehová, y antes que mis vecinos lo averiguaran, de repente hubo un diluvio de invitaciones de cumpleaños, Dios obra por senderos misteriosos, seguro que sí)
Recuerdo que antes de bautizarme estaba estudiando con un siervo ministerial quien nunca llegaba a tiempo. Él siempre llegaba aproximadamente 30 minutos tarde al estudio bíblico que él me estaba dirigiendo en mi casa. (El estudio bíblico de los testigos de Jehová en realidad es un estudio de un libro por la Sociedad de Biblia y tratados Watchtower y no un estudio verdadero de la Biblia en el sentido real de la palabra) le ofrecí que cambiara el horario en la primera ocasión que le planteé sus tardanzas. En las subsiguientes 3 ocasiones que planteé sus tardanzas tuvimos una discusión, a mí siempre se me hacía ver como el malo por plantear esto, él no percibía que yo era un padre solo y sus tardanzas perjudicaban mis obligaciones con mi hijo y de conseguir apropiadamente tenerlo listo para la cama. La última discusión que tuvimos sobre este asunto él me dijo que: “Yo jamás tendría la razón en cuanto a esto, debido a que él era un siervo ministerial y por el hecho que yo todavía no estaba bautizado, así que cómo podría jamás tener posiblemente la razón.” Una semana después él fue nombrado anciano. ¡Ésta es la mentalidad de éstos Cultos, las personas que no son bautizadas para ellos siempre están equivocadas e incluso las opiniones de personas bautizadas son menos que aquéllas de los ancianos, ya que por las creencias de los testigos de Jehová éstos son nombrados por el Espíritu Santo y por eso son considerados infalibles, aunque ellos no lo enseñan de ese modo, pero sí viven como si así fuese!
Aproximadamente 3 semanas después fui bautizado. No tomó mucho tiempo para que todos los pedestales en que yo había puesto a los ancianos, y la Sociedad Watchtower durante el adoctrinamiento de mi niñez se derrumbaran de la base de la Sociedad. Justo antes que el arreglo de las donaciones se llevara a cabo empecé a tener dudas sobre la cantidad de dinero que se cobraba por las publicaciones. Siempre nos dijeron que el precio cobrado era simplemente para cubrir el costo de imprenta. Bien, cuando averigüé entonces que yo pagaba más por las revistas y los libros que los precursores mis dudas aumentaron sobre la verdad en la declaración que la Sociedad no tenía ninguna ganancia en las ventas de estas publicaciones.
También tenía dificultades con las creencias de los testigos de Jehová que todo los que no son testigos de Jehová van a morir en el Armagedón. Ellos también creen que aquellos que dejan de asistir al salón del reino también morirán en el Armagedón. Sin embargo, creen que los que no son testigos de Jehová y que mueran antes del Armagedón resucitarán. ¡Conocí muchas personas amables y amorosas que no eran y nunca serían testigos de Jehová, es que no podía creer que Dios los asesinaría por el hecho de que ellos simplemente no tenían las conexiones religiosas correctas!
Hubo un libro de estudio que surgió alrededor del tiempo que me bauticé, cual me negué a colocarlo, cada vez que el libro mensualmente se ofrecía en el folleto Nuestro Ministerio del Reino, que es la guía de publicación mensual para los testigos de Jehová en las reuniones, diseñada para entrenarnos como colocar literatura. Esta da intrusiones como colocar los libros o revistas que los hombres de Brooklyn necesitan que sus feligreses hagan durante ese mes. El libro se titula “Apocalipsis... se acerca su magnífica culminación”. Nunca le dije a nadie mi negativa de colocarlo, simplemente nunca adquiría copias para echarlo en mi maletín. En cambio colocaría las revistas pero no ese libro. Este libro reclama que el libro de Revelación (Apocalipsis) en la Biblia se aplica a los testigos de Jehová y a la obra que ellos han efectuado. Inclusive se atreven asemejar los toques de las siete trompetas en Revelación diciendo que predicen las convenciones de los testigos de Jehová para los años 1920. En estas convenciones se estaba estimulando las enseñanzas del libro que Rutherford escribió titulado: “Millones que ahora viven no morirán Jamás”. ¡Este libro profetiza la resurrección para el otoño de 1925 de todas las personas bíblicas mencionadas en Hebreos capítulo 11! ¡Así que en este libro, ellos están alabando como frente ordenada que en el libro de Revelación estas convenciones en los años del 1920 estaban publicando falsas profecías y que era el acontecimiento principal en la profecía bíblica! ¡Por supuesto ello, esto no lo dicen así, sólo presumen sobre el eslogan "anuncien, anuncien, anuncien, al Rey y su Reino”, pero omiten lo que realmente estaban anunciando en los años 1920! No me di cuenta de todo esto cuando era creyente, no obstante, el material en ese libro simplemente era demasiado desequilibrado para yo colocarlo.
Tuve bastantes problemas creyendo que los ancianos eran nombrados por el Espíritu Santo. Simplemente sabía que el caso no se trataba de eso. Ya que, sí se trataba de cuan bueno usted le lamiera el ojo a los ancianos locales y al superintendente de circuito lo que determinaba que usted llegase a ser un siervo ministerial o ancianos. No mencioné nada de esto en el salón ya que de todos modos no hubiese tenido resultado positivo alguno.
Tuve durante años sentimientos de culpa porque me incomodaba las visitas de los superintendentes de circuito. ¡No me gustó cómo la congregación hacia lo imposible para complacer a estos bastardos mientras estos se pavoneaban en el salón del Reino como si fuesen los dueños del lugar durante las 2 semanas al año que estaban allí! ¡Los superintendentes de circuito nunca estaban satisfechos con los esfuerzos de la congregación, siempre había cosas que necesitábamos mejorar! (Los superintendentes de circuito van de congregación en congregación y más o menos son como los ojos y oídos de los hombres en Brooklyn que están en control de todos los miembros de los testigos de Jehová del mundo entero, estos superintendentes tienen más autoridad que los ancianos de las congregaciones que ellos vigilan). Durante años se me habían dicho por la Watchtower que los testigos de Jehová no tenía ningún clero con salario, pero entonces averigüé que a los superintendentes de circuito no sólo se le paga un salario por los líderes en Brooklyn, sino también cada salón del Reino les reembolsa sus gastos donde ellos se quedan!
Las asambleas de circuito celebradas 2 veces por año durante 2 días y la convención de distrito que se lleva a cabo una vez al año durante 3 días son las reuniones más aburridas e infructuosas que yo haya asistido. Hay mucha presión para asistir a estas reuniones. ¡No ir a estas reuniones se compara a no apreciar la lluvia que Dios proporciona para hacer crecer el alimento que nutre a su familia! Cada vez más estas reuniones eran sobre “cuán peligrosa era la Internet”, y “cómo donarle sus posesiones a la Sociedad Watchtower”, y cuan peligrosa es la televisión, los juegos Nintendo, esto junto con la música moderna destruiría su ámbito espiritual con Jehová”. ¡Luego después del almuerzo si no había bastante dinero coleccionado ellos anunciarían esto también! ¡Cuál es una hipocresía, ya que la Sociedad Watchtower presume de no pasar ningún plato de colección de ofrendas! ¡Me supongo entonces que ni la presión de grupo, ni el chantaje emocional cuando se trata de sus recolecciones cuenta como tal!
¡La celebración de la conmemoración que tienen lugar una vez al año no es tan conmemorable! En el 99% de los salones del reino nadie participa de los emblemas, lo que significa por las normas cristianas que ellos no reconocen que Jesús realmente murió por causa de ellos. De hecho sólo aproximadamente unos 6,000 participa del pan y vino, los demás 12,000,000 creen que tienen un llamado terrenal. Pero la Biblia no enseña nada de eso, aunque la Watchtower así lo hace. La última reunión de una conmemoración que recuerdo asistir hacen 2 años, sorprendentemente cuando me fui, salí como un creyente. En ese momento los testigos de Jehová me llamaban un inactivo. Durante aproximadamente unos 10 meses ese fue mi estado, ser un testigo de Jehová inactivo. Entonces me compré una computadora con acceso al Internet. Al principio no investigué sobre los testigos de Jehová en la red. En cambio investigaba los portales de los anteriores mormones para poder predicarles más eficazmente. En parte porque me gustaba debatir con ellos cuando llegaban a mi puerta, y en parte porque tenía intenciones de regresar con el tiempo al salón de reino. Un día mientras estaba en un portal de anteriores mormones hice un clic en una sección rotulada “otros cultos”. Esta me condujo a varios portales de anteriores testigos de Jehová. Tenía curiosidad, y no creía que cualquier cosa que estos sitios dijesen cambiaría mi forma de pensar. Cuán equivocado estaba. Leí todos los artículos en cada portal que podía encontrar. Leí varios libros por anteriores testigos de Jehová y empecé a comprar publicaciones antiguas de la Watchtower para verificar si estas cosas que se decían eran ciertas. Llegué a la única conclusión lógica, que la Watchtower era un falso Profeta como está declarado en la Biblia en Deuteronomio 18:20-22.
De esto hace alrededor de un año. Han transcurrido 2 años que no pongo un pie en un salón del reino.
En el año que he descubierto la verdad sobre la Watchtower mi vida ha sido bendecida. Años de culpa y dolor han sido sanados. Por primera vez en mi vida adulta me siento satisfecho dentro de mi alma. No me había sentido tan cerca de nuestro Creador desde que era un niño antes de que los testigos viniesen a nuestra casa. He construido una inmensa biblioteca de la Watchtower con libros que se fechan con mas de 100 años de antigüedad. Los utilizo para ayudar aquellos que están todavía adentro y han empezado a tener dudas, y para aquellos a quienes amo y amigos que están pero quieren verificar las cosas que leen sobre la Watchtower.
Todo lo que puedo decir a estas alturas de mi vida es “gracias a Dios por la Internet”. Si no fuese por las verdades impresa gratuitamente en la red, todavía estaría esclavizado en el Culto conocido como la Sociedad de Biblia y Tratados Watchtower.
Don
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